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Acción poética en Alicante en c/ Adolfo Blanch |
Dijo Saramago, “Ser ciudadano en plenitud, o lo mejor que se pueda, hacerse cargo de la propia responsabilidad, de sus deberes y de sus derechos… Eso da muchísimo trabajo.” (En Jorge Halperín, Conversaciones con Saramago. Reflexiones desde Lanzarote, Icaria, Barcelona, 2002)
Rehacer el paisaje urbano de nuestras ciudades, hacer participe a la ciudadanía en la regeneración social y paisajística de sus barrios es una ardua tarea que implica desde las instituciones invertir en los medios y en el personal necesario, consiste, que no es poco, en cuidar el paisaje de nuestras ciudades desde una visión integradora del mismo.
Alentar la creación artística y la expresión a veces efímera y espontánea de su ciudadanía es responsabilidad de las administraciones pero también de sus administrados que deben mirar a su ciudad y preguntarse qué pueden cambiar de ella. De ahí la mención al esfuerzo de la ciudadanía y de esa responsabilidad de la que habla Saramago.
Y es que el paisaje, y el paisaje urbano por el que diariamente transitamos, es de todos y es también el resultado de la actividad humana que lo transforma.
Canta Calla 13 en su último disco “tú pintas el paisaje mejor que él.. ”( “Ojos color sol”, cantada con Silvio rodríguez), y aunque suene muy poético me viene bien la cita porque es cierto, nosotros pintamos el paisaje. Muchos de nuestros barrios son visualmente el resultado no solo de la actividad urbanística y municipal de sus gestores sino también fruto de la intervención de los vecinos que se involucran en el color de sus calles, sus viviendas y negocios, recuperando espacios y dándoles su propia idiosincrasia.
Un buen ejemplo de ello es la iniciativa denominada Proyecto Vibora II, que está teniendo lugar ahora en el municipio de Elche (del 1 al 8 de agosto de 2014), donde artistas seleccionados (200 solicitudes para 175 parcelas) pintan el cauce del Río Vinalopó cambiando el espacio y su paisaje urbano.
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Cauce del Vinalopó a su paso por Elche. Proyecto Vívora II. |
Desde la aprobación del Convenio europeo del paisaje tenemos infinitamente más claro la concepción integradora del mismo (art. 2), y por tanto desde esta renovada visión su ámbito alcanza no sólo los espacios naturales o rurales, sino también los urbanos y periurbanos, y no sólo paisajes singulares también los cotidianos o degradados.
En paralelo a esta nueva manera de entender el paisaje y su regulación normativa, en nuestras ciudades parece haberse despertado el interés por cuidar la calidad de nuestro entorno, valorando aquello que miramos y vemos diariamente.
Y es que hay quienes como yo, para ir y volver del trabajo, hacen cuatro viajes diarios donde nos tropezamos de lleno con la estética de la ciudad que en ocasiones nos despierta el ánimo o muy al contrario puede llegar a desalentarnos. Lo que vemos en ese ir y venir por la ciudad a veces lo es todo y redunda en nuestro bienestar y en nuestra calidad de vida.
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Cauce del Vinalopó a su paso por Elche. Proyecto Vívora II. |
De mi casa al trabajo leo a los de Acción Poética, “Algún día llenaré la ciudad para que sonrías a cada paso que des”, leo un grafiti que dice “El amor salvará el mundo” y veo a tres parejas de bailarines de tango adornar las paredes de una asociación cultural. Me tropiezo con gatos deambulando y con los solares abandonados del barrio de San Antón en Alicante, donde ahora los vecinos (tomen nota) están dispuestos a emprender acciones que cambien su entorno y se están organizando al auspicio de una iniciativa urbana de tres estudiantes de arquitectura que han emprendido un proyecto denominado “Repensando San Antón”.
Motivada por el interés de este proyecto empecé a navegar por la normativa municipal alicantina sobre uso de determinados espacios públicos (como solares vacios propiedad del ayuntamiento) y también el uso de espacios privados como las medianeras de muchos edificios que dan a solares abandonados y podrían ser aprovechados para mejorar nuestro paisaje urbano.
Tras comprobar que en Alicante queda mucho por hacer pegué el salto a otras ciudades, a modo de inspiración, con la intención de que pudieran servir de modelo ciudades donde ya se han iniciado desde la administración proyectos de rehabilitación paisajística como es el caso de Madrid o Barcelona o el barrio del Carmen de Valencia, en este último caso sin el refrendo municipal y es que este barrio está plagado de pinturas acometidas improvisadamente por el mundillo artístico de su ciudad (la mayoría de las ocasiones sin ningún permiso municipal que las ampare) que luchan contra el gris de Rita (así lo llaman por la pintura que usan los agentes municipales para tapar las intervenciones artísticas que consideran inapropiadas).
Fruto de esta breve investigación di con todo un programa de recuperación de medianeras en la ciudad de Barcelona que se financia desde hace años con diversos incentivos provenientes de fondos públicos y de patrocinadores privados, así como de recursos generados por compensaciones paisajísticas derivadas de usos excepcionales del paisaje, según informa el Ayuntamiento.
Los instrumentos normativos de gestión de este programa son el Catálogo del Patrimonio Arquitectónico y la Ordenanza de los Usos del Paisaje Urbano que propone el convenio de colaboración como herramienta de gestión entre el ente público y el privado en materia de mejora del paisaje.
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Pintura de Boamistura en Madrid |
La ciudad de Alicante, donde no hay ninguna ordenanza municipal que regule la gestión del paisaje urbano, podría aprender, sugiero, de esta iniciativa y sumar esfuerzos para mejorar la habitabilidad de sus barrios mediante la recuperación de espacios degradados fomentando con ello el uso público de los mismos. Y es que la dificultad de determinados proyectos ciudadanos está precisamente en el encaje legal de los mismos y en la obtención de los permisos necesarios para llevarlos a cabo.
No ocurre en el caso de la ciudad de Barcelona, que como vemos cuenta con todo un entramado jurídico e institucional que ampara este tipo de intervenciones. Si reparamos en el proyecto, vemos que el Instituto barcelonés sobre el paisaje informa desde su web que las medianeras son aquellas paredes anónimas, divisorias de propiedades, sin ningún tipo de protagonismo en el aspecto exterior del edificio, que a raíz de cambios urbanísticos quedan expuestas a nuestra visión, en permanente estado provisional. Cuando eso pasa, aparece una discontinuidad en el paisaje, una fractura en el tejido urbano que genera graves problemas constructivos y de habitabilidad con los vecinos.
Añade el Ayuntamiento que el programa de recuperación de medianeras consigue mejorar y poner en valor los lugares donde se implanta, ya que integra pequeños paisajes olvidados o despreciados dentro de su contexto.
Además, y esto es especialmente importante, se fomenta la participación ciudadana y la implicación de los vecinos en el cuidado de su entorno, la participación en la recuperación de estos espacios es una buena herramienta de sensibilización y visualización de la necesidad de conservar los espacios que habitamos. El ciudadano se compromete al sentirse parte de la decisión y del proyecto. Un proceso participativo, especialmente si se ha planificado adecuadamente, contribuye a crear responsabilidad entre los participantes respecto al proyecto en el que se ha colaborado (Pindado et al., 2002).
Según el experto del Consejo de Europa Yves Luginbühl (2005), la participación pública en la toma de decisiones sobre el paisaje «contribuye al bienestar espiritual [...] reconociendo que las personas son los actores principales en la toma de decisiones que afectan a su entorno vital y a su calidad de vida». Luginbühl añade que este «es el aspecto en el que hay que avanzar más [...], para que esta participación no sea una mera ilusión, sino que pase a ser una realidad y la gente reconozca el valor democrático que se pretende garantizar».
Si se quiere comprobar a golpe de aplicación para el móvil las medianeras rehabilitadas en Barcelona desde tu cuidad o localizarlas mientras paseamos por la ciudad de Barcelona, recomiendo la útil y sencilla aplicación BCN Paisatge que puede descargarse gratuitamente en google play store.
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Medianera de un edificio en el barrio de Tetuán |
Otro proyecto que llamó mi atención es el que el Ayuntamiento de Madrid ha emprendido en el barrio de Tetúan, donde ya se organizan rutas por las medianeras y espacios rehabilitados. El Ayuntamiento aprobó un proyecto de mejora de paisaje urbano para el distrito de Tetuán con intervenciones artísticas en muros y medianeras. El proyecto, que forma parte del Plan Estratégico de Cultura del Ayuntamiento 2012-2015 (PECAM), según informa el propio consistorio cuenta con una inversión total de 59.800 euros.
Iniciativas como las descritas deberían de servir de modelo para otras ciudades, fomentando el capital humano, vecinal y artístico con el que se cuenta y recuperando lo que ya tenemos en nuestras ciudades, que sin duda es mucho, rehabilitando y reutilizando inteligentemente los espacios. Dándole luz, color y poesía a nuestros barrios.
Tengo curiosidad:
Rosa María Lorente.
Abogada.